-De repente sentí que caía al piso, como desvaneciéndome. Al dar vuelta la cara la vi, esos ojos celestes y fríos, acusándome de aquel cruel accidente. Sentí que la muerte rozaba mi rostro – contaba recostado en el sillón.
-Fue tan solo un sueño Borja, no debes tomarlo seriamente.
-Pero es el mismo sueño desde aquel suceso en el puerto – se
toca el pecho y se sienta buscando el móvil – Tengo que viajar allí nuevamente,
lo sé.
-No creo que te convenga, volver allí te puede hacer mal
emocionalmente. Ya enterraste a Alexia, no hay nada que puedas encontrar. No
fue tu culpa el incendio en el faro.
Imagen gentileza todowallpapers.net |
La psiquiatra revisa unos papeles mientras Borja se refriega
los ojos como si recién se hubiera despertado.
-No puedo decirte como psiquiatra que no me preocupa. Te voy
a dar una receta para que tomes un medicamento y estoy pensando seriamente en
solicitar una licencia psiquiátrica.
Se para y mientras se ajusta la corbata:
-Lo veo imposible, es lo único que me ayuda a olvidar ese
viaje.
Se acerca a la psiquiatra quien le termina de acomodar la
corbata, le alcanza el saco y le roba un beso.
-Anda, que se te hace tarde – le pasa la receta – no dejes
de comprarlo, ¼ antes de irte a dormir.
-Gracias Elisa, no sé qué haría sin ti.
Era un día lluvioso en Madrid, el tráfico estaba muy
complicado:
-Son las 9.00 am!! Voy tarde…… - de reojo mira el celular
donde está la foto junto a su esposa, quien falleció en aquel viaje a
Argentina.
Todo sucedía como todos los días. Llegaba al
estacionamiento, dejaba el carro en el mismo lugar, tomaba el ascensor al 5to
piso. Mira nuevamente el celular como esperando una llamada:
-Esa foto… cariño como podría volver el tiempo atrás –
piensa mientras se abre la puerta del ascensor.
Ingresa a la oficina:
-¡Aitor! ¿Estás? – no responde nadie.
Revisa la mesa por si le dejo algún mensaje y nada.
Se sienta, abre la notebook, entra a la plataforma de
trading, revisa los gráficos, el mail, las redes sociales.
De repente, suena el
móvil, era Aitor:
-¡Hombre! ¿Dónde estás?
-En la oficina y tú.
-En el seminario, que no te acuerdas, te deje un SMS, por Whatsapp,
Facebook, Twitter, Google, no arme un blog porque me parecía mucho – se reía.
Borja se agarra la cabeza:
-Sabía que me olvidaba de algo.
-Tienes suerte, aun no arranca, se han demorado.
-En 10 minutos estoy ahí.
Toma sus cosas y sale volando al seminario, al ser cerca
decide ir caminando.
-Buenos días Borja – le dice el conserje.
-Buen día Rubén, más tarde hablamos sobre el partido del
Real Madrid, estoy atrasadísimo.
Llega al seminario y pregunta a la chica de la recepción:
-Buen día, vengo al seminario de trading.
-Sí, su nombre y apellido por favor.
-Borja Vázquez González – Observa nuevamente el celular como
esperando una llamada.
-En el 8vo piso, a la derecha, aquí tiene su identificación,
por favor firme aquí.
-Muchas gracias.
Mientras sube por el ascensor piensa:
-Borja, Borja, tanto pensar en aquel hecho te está desviando
de tus actividades. No puedes aflojar al trabajo, es lo único que te mantiene
vivo.
Llega al salón y lo ve a Aitor:
-¡Borja! Aquí tienes un lugar.
Se acerca rápidamente y lo saluda:
-¡Hombre! Pensé que no llegabas, estaban a punto de empezar –
Lo mira a los ojos - ¿Otra noche sin dormir?
-Ojala, el tema es ese, dormir.
-Pero no puede estar sin descansar, no es bueno para el
trabajo. Has mermado mucho tus estrategías, ¿fuiste a la psiquiatra?
-Sí, me recomendó unas pastillas para dormir y evitar malos
sueños.
-¡Hala! Que empieza.
Pasaron las 4 horas del seminario sin ningún inconveniente.
La conferencia resulto ser lo que esperaban y a Borja le sirvió para motivarse:
-¡Es un crack Sergi! ¿Cómo no vinimos antes?
-Porque tú nunca me escuchas, yo llevo un año viniendo. Por
h o por v no venías. Me canse de avisarte, pero tan entretenido con Alexia –
Sintió como que lo hubiera empujado a su amigo al precipicio - … disculpa no
quería recordarte…
-Vale. Salgamos al pasillo que me asfixio.
Al salir al pasillo sintió que alguien le llamaba a los
gritos, una mujer rubia:
-¡Oye Borja! ¡Aquí ven! Te he echado de menos.
Se acerca lentamente como esperando a recordar quien era
pero no se le hacía familiar ese rostro. Al acercarse ella se tira a sus
brazos:
-¡Qué paso con la emoción! Estas muy cambiado.
-Perdona, es que no te reconozco, ¿dónde nos hemos visto
antes?
-En Península Valdéz, ¿no recuerdas? Ibas con tu mujer, ¿cómo
esta ella?
De repente se mareo, sintió que se caía como en aquel sueño,
se da vuelta:
-Heeeee, disculpa ya vuelvo.
-¿Estás bien? Te veo pálido – ella trataba de alcanzarlo.
-Sí, no pasa nada, dame un momento.
Se cruza con Aitor y le hace señas de que va al baño y le
señala a la mujer.
Al llegar al baño saca el celular, lo pone sobre la mesada y
se lava rabiosamente la cara. Se mira al espejo, se ve pálido, definitivamente
no le hizo bien el encuentro con aquella desconocida que le menciono aquel
lugar:
-¡Oh Dios! – se puso a llorar desconsoladamente.
De repente le llego un mensaje, abre temerosamente la bandeja, es de un número oculto:
-El pasado te persigue y no podrás escapar……….
Continuará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario