domingo, 5 de abril de 2015

El Faro Ocutlo - Capítulo 5



Quinto capítulo de “El Faro Oculto”, si aún no leíste el cuarto, haz click

Borja empuja lentamente la puerta para tener un primer plano de la escena, sus padres sentados en el sillón, ella tejiendo como siempre y el leyendo un buen libro. Es como si el tiempo no hubiera transcurrido, como si nunca se hubiese ido a Madrid:
-Hola – Dice tímidamente Borja.
La madre al escucharlo deja el tejido sobre la mesa y se acerca a abrazarlo.
-Borja, ¡cariño! – Exclama con gran ilusión. Le da un abrazo que elimina cualquier barrera emocional.
-Estas muy flaco hijo, ¿qué no comes nada en Madrid?
-Es que he estado muy ocupado, llego a casa, tomo un café y me voy a dormir.
-Ay hijo mío, me hacía mucha ilusión verte.

El padre observaba toda la situación mirando de costado:
-Papa, ¿cómo estás?
-Hola Borja – Lo mira con desgano, como deseando que no estuviera allí – Me alegra verte.

No hay un solo acercamiento entre ellos, todo desde la distancia.

La madre lo invita a sentarse:
-Ven, siéntate, cuéntame cómo te fue en el viaje.
-Bien, Aitor se encargó de todo.

El padre se para y se dirige a la planta alta. La madre lo mira subir. Borja siente que está de más y se le nota en el rostro:
-No te angusties hijo, ya sabes cómo es Antonio.
-Sí, lo sé. Es que siento que no debí haber venido.
-Nunca digas eso, somos tu familia. Aquí siempre vas a tener la puerta abierta – Mientras le toma las manos - Venga, vamos a la cocina que te hago algo de comer.

Se paran ambos y se dirigen a la cocina. Borja la observa, como antes, nota que el tiempo no ha pasado. Al observar a la madre no puede evitar recordar aquel hecho que lo separó de su familia.

Borja corre hacia la playa desesperadamente gritando:
-¡¡¡ALEXIA!!! ¡¡¡ALEXIA!!! ¡¡¡ALEXIA!!! – Hace caso omiso a cualquier dolor.
Detrás viene Joan y su madre tratando de alcanzarlo. El se arrodilla en la playa derribado del llanto.
-Basta Borja basta, no puedes hacer nada, vuelve al auto. Se nos va a ir el avión de vuelta.
-No, yo no me muevo de acá. Déjame solo en la playa, quiero morir – Mientras se secaba las lágrimas.
-No vuelvas a decir eso nunca más. Solo Dios sabes porque sucedió el accidente, no es tu culpa hijo.
Borja sintió un inmenso odio y bronca en su corazón, se dio vuelta:
-Si tú no le hubieras mencionado esta maldita ciudad a Alexia, ella estaría ahora viva, a mi lado.

La madre lo vio lleno de rencor, sintió ganas de darle una cachetada pero se contuvo, solo se dio vuelta y de espaldas le dijo:
-Haz lo que quieras, pero no digas que soy culpable, ni tú eres culpable.

Se dirigió al auto y se quedo a solas con su hermano:
-¿Qué has hecho Borja? ¿Cómo vas a decirle eso? ¿Eres tonto? ¿Sabes con la desesperación que partió al aeropuerto para venir a buscarte? Hace 3 meses que esta acá, 20hs en el hospital y, si la obliga papá, duerme algo…….

A lo lejos se escucha el llanto de la madre…
-Borja, que te he dicho que te sientes.
-Perdona, me quede pensando.
-Vale vale, que se enfría.

Se sienta en la mesa y percibe el aroma de la comida casera. La madre lo mira sonriendo, el prueba un bocado y estira su mano:
-Perdón mamá.
-¿Perdón por qué?
-Por lo que dije aquella vez, no era mi intención. Estaba aturdido, asustado, no entendía lo que estaba sucediendo. Solo quería volver a ver a ella – Siente un nudo en la garganta.
-Basta hijo, ya paso – Trata de sacar otro tema - ¿Cómo estaba Dídac?
-Bien.

Mientras continúa  cenando, baja el padre a la cocina a tomar un vaso de agua, lo mira:
-Está tu cuarto preparado, como lo dejaste.
-Papá, yo……. Yo……..
-¿Tú qué? – La madre le echa una mirada.
-Nada…… Solo… Nada.

El padre deja el vaso y sube:
-Voy a mi cuarto, buenas noches – Se acerca y le da un beso a la madre.

Al entrar a su antiguo dormitorio decide abrir la ventana, se veía una luna llena gigante. Se sienta sobre la cama y busca debajo de la almohada una foto suya junto a Alexia en las playas de Barcelona. Se recuesta y se queda dormido en segundos.

Va caminando a la vera de un precipicio, de repente se le aparece una mujer:
-¿Qué quieres de mi? ¿Por qué me miras así?
- El faro… El faro…. El faro – Murmuraba la mujer.
-¿Qué faro? ¿Dónde quedo Alexia?

La mujer de repente la tiene al lado y lo empuja al vacio.

De golpe se despierta, se sienta y ve como los rayos del sol entran por la ventana:
-Sera mejor que salga a dar una vuelta.

Baja, saluda a su madre, se toma un café:
-Voy a salir un rato.
-¿Vuelves a almorzar?
-No sé, te aviso – Le da un beso y sale a la calle.

Al salir a la calle siente un alivio, pareciera que la propia casa lo presionara para salir.

Créditos imagen Guia Mallorca
 Caminar por las calles de Mallorca era uno de sus pasatiempos favoritos. Cuando era joven solía perderse en la ciudad descubriendo sitios ocultos. Todas esas experiencias las escribía en un cuaderno con la idea de publicar un libro, pero solo quedaron alojadas en esas hojas que pocas personas pudieron leer.

Luego de un largo caminar llegó a la plaza Bisbe Berenguer de Palou. Allí se pasaba horas pensando. Recuerda que la posibilidad de viajar a Madrid se había gestado en ese lugar hace 5 años:

Créditos imagen Diario de Mallorca
 -¿Estás seguro que es lo que quieres? – Le pregunta Ignasi.
-Sí, es una oportunidad única. Allá están todos mis contactos, sino seguiré hablando por chat con ellos y no lograré mi objetivo.
-Pero si mal no te ha ido.
-Pero me podría ir mejor – Ignasi lo mira como desilusionado.
-Venga, tu opinión es muy importante. Nos conocemos de pequeños, eres como un hermano.
-Vale – Se para da unos pasos – Venga, hazlo si te hace feliz.
-Gracias chaval, solo me falta hablar con Alexia.

Vuelve a la realidad al notar que le llaman:
-Así que era cierto, otra vez por acá, ¿a quién más quieres dañar?
Borja se da vuelta de golpe y se encuentra con el hermano de Alexia, se para y lo mira a los ojos:
-No vas a responder o es que te quedaste mudo después de matar a mi hermana.

Continuará….

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